martes, 6 de mayo de 2008

En busca del Raudal Alto de Caño Mina

Relato ganador del premio Colombia en el Mapa de Google Colombia:2008




La aventura en busca del Raudal Alto de Caño Mina…“LOS LARGOS CAMINOS EXIGEN LARGAS FIDELIDADES… Y A MEDIDA QUE SE ALARGAN LOS CAMINOS, LAS FIDELIDADES SE VUELVEN MÁS HERMOSAS”. ...
Andrés Hurtado García… Quien me mostró el secreto del río…
Cierro los ojos y aun tengo en mis párpados, grabada, la imagen lenta y poderosa del agua precipitándose entre las montañas de la selva. Siento la brisa cargada de gotas que son enviadas velozmente por la fuerza del raudal y que terminan estrellándose en mi cara. Escucho el sonido infinito que sólo el agua al precipitarse sobre si misma puede producir y que logra acallar por completo la jungla. Un recuerdo, un suspiro. La libertad sí existe...
...Súbase conmigo, venga, aborde la canoa. Es pequeña pero hay suficiente espacio para los dos. Debo advertirle que nos espera un trayecto largo y exigente. Pero veo que usted se encuentra particularmente interesado en esta aventura; sin embargo, la decisión está en sus manos, no vaya a ser que decida regresarse sobre la mitad del recorrido. Aun estamos en Puerto Inírida y es el mejor momento para abordar o abandonar la travesía. Me causa especial atención su sonrisa nerviosa. Qué buena decisión, le aseguro que cuando estemos de regreso a este puerto va a ser otra persona.












Siéntese y ubíquese lo más cómodo que pueda. De todas maneras en breves horas va a sentir que sus nalgas se aplastan y que empieza a fusionarse con la barca pero, tranquilo, eso hace parte de la aventura. La remada nos la turnamos por períodos de algunas horas. Después de esto va a sentir realmente que tiene brazos. No se sienta tampoco el único que se atreve a realizar esta intrépida hazaña; los indios de las poblaciones que va dejando el río lo hacen con frecuencia. Traen los heridos desde pueblos remotos y tardan, menos que de ida, claro, porque es aguas abajo, pero créame que ocho días remando no se pasan en vano. Sí, tiene usted razón, ahora la mayoría de viajes se hacen en voladora, y eso reduce el tiempo a dos días y medio, pero va a ver que aun muchos se desplazan en barcas pequeñas, como esta, y a pesar de que a nosotros diez días de viaje por un río nos parecen eternos e increíbles para la movilidad tan apresurada de nuestras ciudades, ellos, dirán con una neutralidad especial y sin mayor molestia que ese es el tiempo. El tiempo acá es otro mi querido amigo.

No lo interrumpo más por el momento. Ahora que han pasado dos horas se ve Puerto Inírida más lejos y vamos entrando poco a poco en el río cada vez más salvaje. De pronto el ejército nos pare en Huesito, no estamos lejos. Es una detención rutinaria
para pedir papeles y hacer algunas preguntas. Sé que tiene la sensación de que flotamos sobre un espejo, es única esa sensación. El río es negro y los bordes de la selva se reflejan en él sobre ambas orillas. ¿El sol pega duro no? Bueno es que ya hemos avanzado bastante sobre el río. Tome, reme usted un rato que me cansé de la espalda. El día esta por el momento soleado, pero es posible que en algunos kilómetros nos encontremos con un aguacero que nos asuste y nos refresque un poco.

Las horas pasan lentas, muy lentas. Es que el clima, el cansancio y la costumbre a las cosas instantáneas dan ansiedad. Pero nada es igual en el paisaje y sé que lo nota. Se tardó en preguntar. Son los cerros de Mavecuri. Mirador de la selva por excelencia y para allá vamos. Reme más fuerte que ahora el ansioso soy yo. Ya se ven los tres cerros; faltan tres o cuatro curvas, no estoy seguro. Acá las distancias son engañosas.
Ese pueblo a la derecha de los cerros es el Remanso. Pasemos a saludar a la comunidad y descansamos un rato. Ya estamos en la falda de los cerros. Podría volver mil veces y mil veces me sorprenderán. Mire ese de allá del otro lado del río. A ese vamos a subir y allá arriba a ciento veinte metros sobre la selva dormiremos esta noche. Yo sé que no se imaginaba tal magnitud de paisaje; pero no se angustie, este es el principio. Dejemos la canoa acá abajo en esta playa y ascendamos a nuestra habitación. Qué hace usted pagando cientos de miles de pesos por suites en hoteles dizque lujosos cuando podría estar acá encima del mundo admirando el mejor atardecer de su vida.
¿Cansado? Sí, la subida es empinada y muy dura. Pero levante la cabeza pronto, limpiese el sudor y observe el premio a su alrededor. Apenas para el atardecer: rojo violeta, naranja… …toda una gama de colores salpicados en el cielo mezclándose entre si hasta oscurecer el lienzo y llenarlo de estrellas. ¿Había visto usted tal cantidad de astros en el cielo?

Sé que quisiera quedarse acá eternamente pero hay que seguir. Todo lo que hay en la selva es la eternidad misma. De aquí en adelante el río le va a mostrar su fuerza, su poder. Vamos, no deje que ese dolor de espalda lo agobie; aun falta fuerza para seguir y mucha. Mire, al fondo, rápido, son dos toninas entre los cerros despidiéndose de nosotros. Más río, más vida.
Al cabo de algunas horas con el sol amenazando con agotar nuestras reservas de sudor si vemos una barca con algo de bebidas le hacemos señas para que se acerque; pueden tener gaseosa. Una botella dos litros acá en medio de la selva vale hasta diez mil pesos, pero seguro que los pagamos. Esas espumas del fondo son el primer raudal del río hacia arriba: Zamuro, reme, reme más rápido que estamos cerca; fortalezca esos brazos que están muy flojos. Pare, pare y váyase hacia la derecha esto es peligroso. Detenga la barca en esa roca y amarrémosla rápido porque se la puede llevar el río y ahí sí quedamos graves. Usted lo ha dicho: el agua se eleva y se estrella consigo misma eternamente y se refunde por el río con una fuerza tan vital, tan imponente que lo hace sentir pequeño, lo ínfimos que realmente somos delante de la naturaleza. Y el hecho de que hoy estemos acá nos hace sentir grandes. Hay que alzar la canoa sobre las rocas y pasarla por un varador o camino paralelo con ayuda de algunos de los indios que hay en la zona. Al otro lado del raudal seguimos nuestro camino hacia el siguiente raudal.Esa barca grande que ve a la orilla es una draga. Buscan oro en el río. Acá lo hubo en grandes cantidades pero se ha agotado. Ve las hamacas. Los mineros viven en la draga hasta seis meses, o hasta que se obtenga una buena cantidad de oro para el dueño y los empleados. Mire la manguera que entra en el agua. Pues le cuento que ahí, en la profundidad del río, un hombre permanece hasta seis horas bajo el agua y esa manguera hace que el aire que entra y sale sea su única conexión con el exterior. Lleva un tubo enorme que aspira la arena del fondo y la lleva hasta la draga donde está la maquina que encuentra el oro. Muchos mueren dentro del agua; les cae la orilla de la selva encima porque la maquina desestabiliza el frágil suelo y ahí los dejan.Reme, reme que ya vi el otro raudal, es muy cerca. Sí señor, es el raudal de Kualet. Pare, pare… … Grandioso… toca levantar la canoa por el varador. Fuerza, mire que esto lo hacen los indios todos los días y con mercado, niños, gasolina, y motores. Venga yo remo un poco para que descanse y mire el paisaje. Lo noto sudoroso. Tome gaseosita que para eso la compramos y bien cara. Faltan varias horas para el próximo raudal. Menos mal que ya el sol se escondió unos segundos entre las nubes para descansar del calor un rato. No quite su mirada del río que en cualquier momento aparece el raudal de Payara. Ahí está. Hágale una foto, otra, una más. Gástele un rollo entero. Ah! Es digital! Bueno una tarjeta. Levante con fuerza que esta noche la vamos a pasar en la mitad del río Inírida; así como escuchó.Vio que no estaba tan lejos. Es el raudal de Morroco. ¿Gigante no? Sí señor, en esa roca en el medio del río vamos a poner nuestra carpa esta noche escuchando la imponencia del raudal a nuestro alrededor. Mañana nos espera una jornada un poco más corta pero agotadora. Aproveche que la naturaleza no le cobra los servicios de SPA. Qué pena despertarlo de su sueño pero le recuerdo que vamos despiertos soñando entre la selva.Morroco queda atrás y ahora vamos a Matraca. pero antes otro raudal, el de Danta. Reme usted, hágame caso, el ejercicio es bueno. En Matraca podremos pasar otra noche en una maloca indígena y mañana temprano nos embarcaremos hacía nuestro gran destino: El raudal Alto de Caño Mina.

Menos mal dos indios puinaves vienen con nosotros esta vez porque vamos a adentrarnos por el caño mina. El caño como se puede dar cuenta es más estrecho y negro que el Inírida. No quite la mirada de los árboles y de la selva, que ahora que la tiene más cerca podrá ver más animales: aves, tortugas o hasta un tigre nos puede hacer guiños. Verracos los indios que nos acompañan. Mire como con machete en mano van abriendo paso entre los troncos que han caído sobre el caño. Seguro que con el primer tronco que usted rompa se fractura la mano. Pero debo admitir que se ha convertido en todo un remador. Esa espuma blanca que viene de arriba del caño es el rastro del Raudal Alto. Me alegra ver esa sonrisa en su rostro. ¿Ahora sí me cree que vale la pena el esfuerzo? No suelte esas lágrimas que aun falta media hora. Ahora sí. Ese raudal pequeño es el de guacamayas y es la puerta de entrada a este secreto y misterioso lugar. Dejemos todo tirado en esta playa que siguiendo cinco minutos el varador está por fin nuestro premio. Escuche, valga la caminada. Es bueno verle llorar. Es bueno ver llorar a alguien que se ha esforzado. Ese sí que es un abrazo sentido. Por una vez más tiene razón, este lugar no cabe en ninguna descripción textual. Este es el Raudal Alto de Caño Mina: un pequeño secreto en el paraíso. Ahora cierre sus ojos y grabe en sus párpados lo que sus sentidos le enseñan.



Texto, Fotografías y video: Javier de la Cuadra

19 comentarios:

NaTaLy dijo...

muy buen trabajo Javier,despertaste en mi las ganas de conocer la imponente y despiadada fueraza del Inirida, y de adentrarme en su profunda selva. con esto se ratifica que Colombia es mas, mucho mas.
Nataly giraldo.

Unknown dijo...

Kiubo parce, severo ese parche, este blog me ha parecido uno de los mas asperos dada la lejania del lugar y las dificultades fisicas que tiene para llegar hasta alla, el relato tiene una armonia severa y dan ganas de estar en esas aguas cervezoladas y fumarse un porro... Saludos.

Anónimo dijo...

Que paisaje tan extraordinario, que lugar tan maravilloso, definitivamente nuestro país está muy mal "vendido" turísticamente; claro que por un lado mejor, entre menos personas "profanen" estos destinos, porque el turista promedio es muy descuidado con el medio ambiente (para nombrar un destino, caño cristales, que aunque no lo conozco, ví en un noticiero el peladero que dejaron las visitas y paseos de olla mal llevados al lugar); me imagino que a futuro estos recursos serán el "florero de llorente" los tesoros por explotar del mundo, cuando más gente esté sin agua dulce, sin tierras; esperemos que estos lugares los defendamos a capa y espada por que con un pensamiento a corto plazo nuestros "honorables" políticos lo pueden regalar.

Saludos y que buen trabajo, esperamos ver más destinos.

enoniaza dijo...

Javier, jovenes emprendedores, aguerridos y soñadores como tu, son todo un ejemplo.Mira que trabajo tan bien hecho, te has fajado; transportas y sumerges al lector en ésta aventura tan fascinante. No hay experiencia comparada con tan magnifica travesía y escenarios. Vele 100 tu puntuación. Colombia es más.

Unknown dijo...

ES CLARO EL AMOR QUE TRANSPIRA TU ALMA POR LA SEVA, EL RIO Y LA MONTAÑA...
GRACIAS A LA VIDA POR REGALARNOS SERES COMO TU, QUE AMAN LO QUE HACEN Y SE ESMERAN POR RESALTAR AQUELLOS SITIOS QUE POCOS CONOCEN DE ESTE HERMOSO PAIS.

BESITOS....

Unknown dijo...

J. E. Una muy especial felicitación por hacer sentir esa experiencia tan maravillosa y hacer ver en un lugar de nuestra Colombia, la hermosa tierra en que vivimos.Habrá aún lugares reconditos y sin explorar pero con personas como tú, llegará el momento en que nada quede sin descubrir: Pero aún asi, con este trabajo tan fascinante nos alejas de la cotidianidad de la vida y nos ilustras que no todo es color de rosa en muchos lugares del universo.

Congratulaciones.

Anónimo dijo...

Javier, que alegría contar con gente como usted en nuestro país. De lo mejor que he visto, además del extraordinario paisaje, la elocuencia y sentimiento del relato, me transporta a este rincón del país.
En estos tiempos, pocos son los soñadores, y verdaderos descubridores de lugares, gentes, espacios y tiempos.
Colombia si es más!!!!!!!!!!

Miguel dijo...

viejo Javier, al ver las imagenes del inirida, sus raudales y selvas recuerdo aquel lugar. Donde todo parece detenerse en la eternidad. Es viajar a la realidad del mundo original, donde todos somos parte del universo. Que bueno que usted logre pasar ese sentimiento a traves de fotos y videos. Un saludo desde esta lejania javi

rio de sal dijo...

creo que son imágenes impactantes, hermosísimas, y que invitan a viajar y descubrir a colombia.

Felicidades

Verónica

Fernando Benitez dijo...

Muy pero muy buen Trabajo, excelente video, fotografia, Sonido, relato, Felicitaciones...cosas como estas le despiestan a uno el orgullo nacional, que con ansias necesitamos, los colombianos, para amar, y sacar esta tierra humilde de la oscuridad..de nuevo Felicitaciones.

Diana Carvajal H. dijo...

Han pasado ya 15 minutos desde que leí tu historia y aun conservo la dulce y omnipotente imagen del Raudal Alto del caño mina y con ella toda su travesía. Yo soy tan sola una aprendiz de viajera, sin embargo, me enorgullezco y doy gracias a la vida por permitirme haber conocido otros lugares de esa Colombia que tu nos acabas de mostrar. Y aunque hoy ya no estoy allí, continuo como viajera tratando de descubrir otros lugares, claro!! También hermosos!!! pero son lugares de sin igual imponencia y ambiente…..tu relato a generado en mi un sentimiento de exaltación y sollozo que me hizo recordar por que estamos en el mundo, si no para descubrirlo.

Por ello felicitaciones….la naturaleza nos seguirá permitiendo descubrir y ver todo aquello que queremos mientras nuestros corazones sigan humildes y abiertos a la imaginación.

Claudio dijo...

Javier Felicitaciones, muy pulido su trabajo visual y los textos

Felicitaciones por haber ganado la convocatoria

Claudio

sandrajimenez dijo...

que fotos!!! que buena estética

areaNewYork.com dijo...

espectacular narracion y maravillosa naturaleza me gustaria poder tener la oportunidad de mostrsr a todos los colombianos residentes en NewYork este hermoso lugar Colombiano si es posible publicarlonos gustaria hacerlo en nuestro portal
www.areaNewYork.com

agradeciendo una respuesta

YM dijo...

Javier felicitaciones, agarraste la belleza en su máxima expresión… y el sólo mirar el video… esa agua que cae a raudales me limpia el espíritu y me insta a seguir viviendo… que hermosa es Colombia, yo la tengo en mi corazón, YM

Tatyana Torres Del Río dijo...

Mi blog se titulo Voces del rio Don Diego, y escribi la historia con pasion....
Pero el raudal del Inirida.... es mas que pasion...
Qué fotos tan espectaculares.
Yo conozco el rio y la zona, y en verdad es magica, como magicos son cientos de parajes de nuestro pais...
Felicitaciones por el premio!
Tatyana Torres Del Rio

Blog certificación dijo...

gracias, javi por darnos "mas" de colombia y mostrarnos "mas" de los confines de nuestra tierra.
gracias

Unknown dijo...

Javier, que viaje tan maravilloso, yo tambien he recorrido las selvas de nuestro país, y siempre he querido estar en el Guainia, estuve haciendo un recorrido por el Río Pirá-Paraná, aprovecho para inivitarlos a todos a disfrutar de alojamientos alternativos en las posadas turísticas de colombia, en sitios con atractivos fantasticos y en donde podrán disfrutar de la maravillosa hospitalidad de campesinos, indígenas o personas afrocolombianas, los invito a visitar la pagina del programa del que soy asesor y web master.

www.posadasturisticasdecolombia.com

El Condor del Atrato dijo...

no puedo leer ahora el relato con la calma que se merece,lo hare edta noche pero por lo que revise que buena narracion y lo mejor es la franqueza del comienzo...hay un"patriotismo veintijuliero" que nos quieren meter por los ojos que Colombia es el mejor pais del mundo,lo cual usted y yo sabemos que eso no es cierto...porque ese pais sencillamente no existe,por lo menos en el mundo real.